lunes, 3 de octubre de 2016

Reseña: 'Una corte de rosas y espinas', de Sarah J. Maas


Título: Una corte de rosas y espinas
Autor: Sarah J. Maas
Editorial: Destino
Género: juvenil, fantasía, romántica
Número de páginas: 456
Sinopsis: Cuando la cazadora de diecinueve años, Feyre, mata a un lobo en el bosque una criatura montruosa llega a su casa buscando venganza. Arrastrada a una tierra encantada que sólo conoce a través de leyendas, Feyre descubre que su captor no es un animal, si no Tamlin, uno de los letales Fae inmortales que solían governar su mundo.

Mientras vive en su mansión, sus sentimientos por Tamlin se transforman de un hostilidad fria, a una pasión que arderá a pesar de las advertencias que ha recibido acerca del peligroso y hermoso mundo de los Fae. Pero una antigua y maliciosa sombra crece en la tierra de las hadas y Feyre debe de encontrar una forma de detenerla, o Tamlin y su mundo estarán condenados... por siempre.



Una corte de rosas y espinas es la típica novela que conoces y capta tu atención a través de los comentarios de los lectores y del hype que se crea a través de ella. Todo esto puede ser un arma de doble filo, porque tus expectativas con respecto a la historia están por las nubes y, en la mayoría de los casos, te decepciona más que te sorprende. Es lo que me pasó con Kiss me o 33 razones para volver a verte, por ejemplo. Por eso evito dejarme llevar por la moda e intentar leer lo que de verdad me apetece. Si al final me decidí por empezar con esta trilogía de Sarah J. Maas fue porque se trata de un retelling de La bella y la bestia, mi cuento clásico favorito de todos los tiempos. Y menos mal que lo hice.

Esta historia nos presenta a Feyre, una protagonista femenina muy diferente a las que estamos acostumbrados. Posee mucha oscuridad en su interior, debido a la difícil situación que vive con su familia. Se ve obligada a internarse en un peligroso bosque para cazar animales que sirvan de sustento a su padre y sus dos hermanas. El problema es que un día caza a un animal que resulta ser un inmortal, un ser mágico que vive más allá del muro y del que sólo conoce leyendas. Este hecho cambiará su vida para siempre, pues se dará cuenta de que ahora tiene una terrible deuda que pagar a estas criaturas.

La novela comienza de una forma y termina de otra totalmente diferente. El parecido con La bella y la bestia no es demasiado evidente, no sé si me hubiera percatado de ello sin haberlo conocido previamente. Sí es verdad que la primera parte de la historia es algo más pausada y similar al cuento clásico, pues vemos cómo Feyre tiene que vivir "prisionera" en la mansión de Tamlin y va descubriendo poco a poco los misterios de ese mundo mágico. Pero entonces ocurre algo crucial que da un giro inesperado a todo y Una corte de rosas y espinas se convierte en algo diferente. Se vuelve más intensa, más sorprendente y mucho más oscura. La última parte del libro la devoré sin apenas darme cuenta.

La autora utiliza la primera parte de la historia como introducción, para que conozcamos a los personajes y el mundo que les rodea; y después comienza a introducir elementos, misterios y tramas que no sabíamos que estaban ahí. Todo estaba oculto bajo un halo y ni siquiera el lector era capaz de verlo, al igual que Feyre. Sarah consigue que veamos todo a través de los ojos de la protagonista, por lo que vamos descubriéndolo todo con ella.

Sin duda alguna es una novela que nadie debería perderse, porque posee todos los ingredientes para hacernos pasar una lectura inolvidable.