Antes de comenzar con la reseña de esta novela, me gustaría aclarar que soy una auténtica fan de Félix J. Palma y su 'Trilogía Victoriana' ('El mapa del tiempo', 'El mapa del cielo' y 'El mapa del caos'). Cuando llegó a mis oídos la noticia de que preparaba una nueva novela, comencé a contar los días que faltaban para tenerla entre mis manos.
'El amor no es nada del otro mundo' nos cuenta la historia de Ismael, un hombre de treinta y ocho años que vive una vida con la que no está conforme, pero que, sin embargo, no hace nada por cambiarla. No le gusta su trabajo, tampoco su escasa vida social, aunque se siente bastante satisfecho con su popularidad en Facebook, ya que en la red social puede adornar y aderezar esa vida que tanto le molesta. Su principal afán es encontrar el perfil de Amanda, su amiga de la infancia a la que no ve desde hace veinte años. El problema es que su amiga no tiene cuenta en Facebook, así que no consigue encontrarla, hasta que un día su perfil aparece en la pantalla por arte de magia...
Es inevitable comparar esta novela con la 'Trilogía Victoriana'. La primera gran diferencia es que 'El amor no es nada del otro mundo' está escrita junto a María Fortea. Ambos aúnan a la perfección los campos que dominan: ella la historia realista y él la fantasía. Nos regalan una historia que mezcla estos dos géneros de manera que apenas te das cuenta de que estás leyendo un libro con toques fantásticos, pues todo parece tan real que es imposible no creerse que todo eso ocurrirá en el mundo real de un momento a otro.
A pesar de estar escrito a cuatro manos, no se nota en ningún momento qué escribe cada uno. El estilo está perfectamente unificado, sin saltos extraños ni salidas de tono.
El lenguaje de esta novela, a diferencia del de la 'Trilogía Victoriana', que es más barroco y ornamentado, resulta más convencional y cercano, pues la historia está ambientada en la época actual. Sin embargo, el estilo de escritura de Félix J. Palma está perfectamente impreso en la novela. Su forma de describir y sus diálogos se reconocen sin problemas. Es increíble la capacidad que tiene para describir hasta la situación más convencional y ordinaria con una frase tan poética y cargada de metáforas.
Los personajes están muy bien construidos, sobre todo los dos principales: Ismael y Amanda. Ellos son los que dan forma a la historia y los que, por supuesto, ocupan un mayor número de páginas. Sus personalidades están muy bien diferenciadas, cada uno posee unas características diferentes y esto provoca que sus conversaciones sean de lo mejor que tiene la novela. El sarcasmo y la ironía que se usa en los diálogos son magistrales, así como el humor que destila cada página. Creo que es de los pocos libros que ha conseguido arrancarme una risotada.
Los personajes secundarios resultan un toque de aire fresco que complementan a los protagonistas y dan forma a la historia en su conjunto.
Además, 'El amor no es nada del otro mundo' está cargado de mensajes. Empezando por la importancia que tiene Facebook hoy en día en nuestras vidas, hasta la existencia de los mundos paralelos, pasando por la idealización del amor y la persecución de los sueños.
Es un libro altamente recomendable, con el que me lo he pasado francamente bien. Además, la narración es exquisita y los personajes entrañables. Y es que, ¿quién no querría saber qué hubiera pasado si se hubieran tomado otras decisiones o elegido diferentes caminos?
Como siempre, una propuesta original con los ingredientes necesarios para que se quede grabada en la memoria.
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