viernes, 13 de mayo de 2016

Reseña: 'Rubí' de Kerstin Gier

No lo puedo evitar, cuando leo la sinopsis de un libro y en ella se nombran los viajes en el tiempo, mi interés por la novela aumenta considerablemente. Es eso lo que me ocurrió con Rubí, la primera parte de una trilogía escrita por Kerstin Gier que se complementa con Zafiro y Esmeralda

Nos cuenta la historia de Gwendolyn, una estudiante de 16 años que pertenece a una familia muy importante y rica, a través de la cual se transmite un gen para poder viajar en el tiempo. Es su prima Charlotte la que parece haber heredado este gen, hasta que Gwendolyn va a comprar caramelos para su abuela y, en el camino, comienza a encontrarse mal. Todo a su alrededor se vuelve negro y, ante sus ojos, aparece la misma calle en la que se encontraba, sólo que la época ha cambiado.

Así empieza esta maravillosa primera parte. Decir que es un libro breve (no llega a las 400 páginas y la letra no es excesivamente pequeña), por ello sirve más bien de introducción a la historia. Se nos presentan a los personajes y la trama queda asentada, para que el lector sepa lo que se va a encontrar si continúa leyendo. Sin embargo, esta introducción está muy bien llevada, pues la autora te da las pinceladas necesarias para captar tu interés pero sin revelar más de la cuenta para que continúes leyendo un libro tras otro.
Es una historia muy adictiva, casi desde la primera página te atrapa y resulta casi imposible cerrar el libro para continuar con la historia otro día. 
Los personajes están bastante bien creados, cada uno está dotado de una personalidad independiente y clara, sobre todo Gwendolyn. El personaje de Gideon está algo desdibujado, pero creo que la autora lo ha hecho a propósito, pues su comportamiento resulta un tanto extraño y no sabes por donde va a salir según qué situación. Estoy segura que a lo largo de la historia vamos a descubrir muchos secretos relativos a Gideon.
Uno de los aspectos que más admiro de esta historia es el humor que destila en algunos momentos, sobre todo en las contestaciones de la protagonista. Normalmente cuando lees un libro sobre viajes en el tiempo, el/la protagonista suele ser un personaje muy inteligente que conoce a la perfección la historia y puede cambiarla a su antojo. Esto es algo que no ocurre en Rubí, pues Gwendolyn es una estudiante del montón y no tiene ni idea de historia ni de política, por lo que su nueva situación (en la que tendrá que codearse con emperadores, condes, políticos...) resulta algo comprometida para ella. Esto hace que el personaje sea aún más cercano al lector y que, por lo tanto, identificarte con él resulte pan comido.

La historia tiene muchos frentes abiertos. Al ser Rubí un libro introductorio, no cierra ninguna de las tramas, por lo que espero que en las posteriores novelas todo quede claro. 
Si te gustan los viajes en el tiempo, las historias de amor y las aventuras, entonces este es tu libro. Pero, ¡cuidado! Pues cuando empieces a leer no podrás parar de hacerlo.



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